Alfred Rodríguez PicóLos etruscos contemplaban atentamente las tormentas y, en especial, la caída de rayos ya que eran de gran ayuda para el oráculo. Si los rayos caían hacia el este se consideraban favorables, mientras que si se observaban hacia el noroeste, las desgracias estaban próximas. Las personas muertas por el rayo se consideraban marcadas por la divinidad y se enterraban en el mismo lugar de la muerte.
Hoy en día poseemos sistemas para protegernos de los rayos, pero las estadísticas nos indican que el número de muertos por el impacto de la descarga va en aumento. Encontramos dos motivos fundamentales. El primero es el mayor número de actividades al aire libre que realizamos, y el segundo está relacionado con el calentamiento del planeta que está comportando un aumento del número de tormentas eléctricas.
Un estudio realizado en Francia nos expone las consecuencias de los rayos: cada año mueren 20.000 animales, 50.000 contadores eléctricos quedan destruidos y 7.250 campanarios quedan más o menos afectados. En Brasil, cada año hay 100 víctimas mortales, un 10% del total mundial...
Imagen: Vacas muertas por rayos en Nueva Gales del Sur (Australia).
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