jueves, 7 de febrero de 2008

Un rayo revienta los electrodomésticos de una decena de viviendas de Matamá

A.MÉNDEZ / VIGO El susto más grande de mi vida. Fue tan fuerte la explosión que pensé que nos quedábamos sin casa”.Así recuerda la propietaria de la vivienda número 42 del barrio de Carapucha, en la parroquia de Matamá, los instantes posteriores a la caída de un rayo que el pasado domingo dejó sin luz ni teléfono la zona y reventó los electrodomésticos de al menos una decena de chalets.

La descarga cayó sobre una antigua torreta de Fenosa y fue desviado hacia la toma de tierra de la vivienda colindante, la número 42, que sufrió importantes destrozos. Cuatro personas se encontraban en el interior en el momento del accidente pero ninguna sufrió daños. Ahora reconocen su suerte. “Pudo haber una desgracia si nos pilla delante de la televisión y de su enchufe”, que es por donde entró en primer lugar.


El rayo atravesó la casa de un extremo al otro, reventando todos los enchufes y los aparatos electrónicos, desde la cocina y la nevera hasta las televisiones, el ordenador, el teléfono o la videoconsola. Se trata de un chalet de dos pisos con dos viviendas independientes aunque de una misma familia. Los afectados valoran los daños en más de 5.000 euros porque “a los electrodomésticos hay que sumar el coste de las obras. Hay que levantar y reponer toda la instalación eléctrica”, reconoce, todavía con el susto en el cuerpo, María José, que reside en el piso superior con su hijo de 27 años...

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