El trágico hecho ocurrió a la 4:40 de la tarde de ayer lunes, momento en que el agricultor y su esposa acarreaban unos chivos de su propiedad, de los cuales dos murieron con la descarga eléctrica.
Ana Reyes salvó su vida porque logró llegar arrastrándose a más de 200 metros, a casa de unos vecinos, que la socorrieron y llevaron en la cola de un motor al hospital “Dr. Leopoldo Martínez de Hato Mayor y luego referido al regional Antonio Musa, de San Pedro de Macorís.
El cuerpo del agricultor quedó hecho un chicharrón y el rostro quedó irreconocible, certificó el médico legista, Santine Calderón Gastón, que actuó en el levantamiento del cadáver.
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