miércoles, 8 de agosto de 2007

Volando Hacia el Interior de una Tormenta


¡Soplen vientos, y agrieten sus mejillas! ¡Con furia! ¡Soplen!
Broten cataratas y huracanes...
¡Que se escuche el estruendo de vuestras barrigas llenas!
¡Escupe, fuego! ¡Brota, lluvia!

Derecha: Una tormenta en las cercanías del Observatorio Weikersheim, al sur de Alemania, en junio de 2007. Crédito de la fotografía: Jens Hackmann.

Julio 18, 2007: El Rey Lear, de Shakespeare, gritó al cielo rogándole que derramase sobre él toda la furia de una tormenta. Un equipo de científicos de la NASA está pidiendo exactamente lo mismo: que algunas tormentas furiosas los intercepten en el camino —aunque, por supuesto, no con el mismo propósito malintencionado del Rey Lear.

"Todavía tenemos mucho que aprender sobre las tormentas y nos gustaría estudiarlas de cerca", dice Michael Goodman, un experto en ciencias de la atmósfera que trabaja en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales. "Seguimos acumulando evidencia que indica que las tormentas podrían ser un factor importante en el cambio climático". Pero, ¿cómo? Esa es la pregunta.

Algunas tormentas son tan violentas que el aire que bombean puede alcanzar una altura de 60.000 pies sobre la superficie de la Tierra, abriéndose paso a través de una capa atmosférica llamada tropopausa, hasta alcanzar la estratosfera: Los pilotos de la campaña de investigación TC4 volarán hacia el interior y alredor de la tropopausa para descubrir qué partículas arrojan estas tormentas y también cuál podría ser el efecto.

http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2007/18jul_tc4.htm?list355336

http://www.bretaniongroup.com/

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